Del Pilates suelo al Reformer: cómo cambia tu cuerpo y tu práctica

Del Pilates suelo al Reformer: cómo cambia tu cuerpo y tu práctica

Del pilates suelo al Reformer: cómo cambia tu cuerpo y tu práctica

Cuando alguien empieza en Pilates, lo más habitual es comenzar en el suelo. Solo necesitas una colchoneta y tu propio cuerpo. Sin embargo, cuando esa misma persona prueba por primera vez el Reformer, la experiencia cambia por completo. ¿Qué pasa en el cuerpo y en la práctica al hacer esta transición?

No es solo una máquina: es un entorno completamente distinto

El Reformer no es simplemente un aparato “más avanzado” o “más cómodo”. Es un entorno que desafía la estabilidad, modifica las palancas del cuerpo, y ofrece resistencia tanto en la fase concéntrica como excéntrica del movimiento, gracias a sus muelles y al carro deslizante. Esta combinación genera un nuevo diálogo entre el cuerpo y el movimiento.

Lo que cambia en tu cuerpo al pasar del suelo al Reformer

1. Mayor conciencia corporal
En el suelo, el feedback propioceptivo es más directo: estás en contacto constante con una superficie estable. En el Reformer, el carro se mueve, y de repente, lo que antes parecía fácil (como una elevación de pelvis) requiere control fino para evitar deslizamientos o descompensaciones. Esto obliga al cuerpo a afinar su percepción y coordinación.

2. Estabilizadores en acción
El Reformer exige más trabajo de los músculos estabilizadores, especialmente en movimientos unilaterales o en posiciones inestables (como rodillas en el box o pies sobre el footbar en supino). Esto mejora el control del core y de la musculatura profunda de la cadera y la cintura escapular.

3. Activación muscular más precisa y sostenida
Los muelles ofrecen una resistencia progresiva y constante, lo que obliga al músculo a activarse durante todo el rango de movimiento. A diferencia del suelo, donde muchas veces el peso del cuerpo es el único estímulo, el Reformer permite dosificar y mantener esa activación en rangos amplios y seguros.

¿Y la mente? También cambia

El Reformer añade una capa mental extra. Hay que pensar en la dirección del carro, en la fuerza de los muelles, en los puntos de contacto y en el alineamiento del cuerpo en un sistema en movimiento. Esta complejidad no abruma: estimula. La mente se conecta de manera más profunda con el cuerpo, especialmente cuando la práctica está guiada por una persona que sabe modular la progresión.

¿Entonces cuál es “mejor”?

Ninguno. O mejor dicho: ambos son complementarios. El suelo te enseña lo esencial: control, respiración, alineación. El Reformer traduce esos principios a un entorno más dinámico, variable y ajustable, donde puedes escalar o suavizar según tu nivel, objetivo o estado físico.

Conclusión: una práctica, dos caminos (que se encuentran)

Pasar del suelo al Reformer no es dejar atrás lo básico. Es profundizar en ello desde otra perspectiva. Y si tienes la oportunidad de integrar ambos en tu práctica, verás cómo cada uno potencia al otro. No se trata de elegir entre Mat y Reformer, sino de entender cómo juntos pueden llevarte a un cuerpo más consciente, fuerte y coordinado.

En Martins & Co, tu centro de Pilates Reformer y entrenamiento consciente en Burgos, te ayudamos a descubrir cómo esta transición puede transformar tu cuerpo y tu conexión mente-cuerpo.

¿Quieres probar una clase? Reserva aquí tu sesión personalizada.

Autor
Victoria García

TSAF & CAFD ▫️ Entrenadora personal ▫️ Pilates Reformer y Pilates suelo

Recibe ofertas increíbles cada semana.