ENTRENAMIENTO DE FUERZA EN NIÑOS: BENEFICIOS, MITOS Y CÓMO EMPEZAR DE FORMA SEGURA

ENTRENAMIENTO DE FUERZA EN NIÑOS:  BENEFICIOS, MITOS Y CÓMO EMPEZAR DE FORMA SEGURA

Entrenamiento de fuerza en niños: beneficios, mitos y cómo empezar de forma segura

El entrenamiento de fuerza en niños ha sido una cuestión de debate durante muchos años, y a menudo genera dudas debido a ciertos mitos. Hoy en día, está claro que el entrenamiento de fuerza es seguro en niños y tiene muchos beneficios para los más pequeños siempre que se realice de forma adecuada y supervisada por un profesional.

¿Qué beneficios tiene el entrenamiento de fuerza en niños?

  • Desarrollo óseo y muscular: ayuda al desarrollo saludable del sistema músculo-esquelético, previniendo problemas como la osteoporosis en la edad adulta. Mejora la densidad ósea sin afectar el crecimiento del niño, desmintiendo un mito común.
  • Prevención de lesiones: fortalece músculos, ligamentos y articulaciones, lo que reduce el riesgo de lesiones. También mejora la postura y previene dolores de espalda.
  • Mejora del rendimiento deportivo: incrementa la fuerza, la coordinación y la velocidad, favoreciendo las habilidades motoras y el rendimiento físico en general.
  • Salud mental: potencia la autoestima, reduce el estrés y mejora el bienestar emocional. Además, fomenta la responsabilidad, el compañerismo y el trabajo en equipo.
  • Hábito saludable: introducir el entrenamiento desde la infancia crea rutinas positivas que perduran, ayudando a prevenir la obesidad y enfermedades relacionadas con el sedentarismo.

Desmintiendo mitos

  • No frena el crecimiento: estudios científicos demuestran que un entrenamiento bien dirigido no afecta negativamente al desarrollo óseo.
  • No implica levantar grandes pesos: el trabajo de fuerza en niños suele hacerse con el propio peso corporal, bandas elásticas, balones y juegos, siempre en un entorno seguro y divertido.

¿Cómo debería ser el entrenamiento según la edad?

  • Niños de 6 a 9 años: se priorizan los movimientos básicos, el juego, la coordinación y el control corporal.
  • Niños de 10 a 12 años: se introducen patrones más complejos, técnicas de fuerza básicas y el enfoque en una ejecución correcta.
  • Niños de 13 a 15 años: se trabaja de forma más estructurada, siempre cuidando la técnica y la progresión adecuada.

Conclusión: niños fuertes desde la base

Aprender a moverse bien desde el principio es clave. Invertir en su fuerza desde una edad temprana es regalarles salud, confianza y calidad de vida para el futuro.

En Martins & Co, centro de entrenamiento y fisioterapia en Burgos, apostamos por una infancia activa y acompañamos a niños y adolescentes con programas de fuerza adaptados a su edad y momento evolutivo.

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NIÑOS ACTIVOS = ADULTOS ACTIVOS
ENTRENAMIENTO DE FUERZA = NIÑOS SANOS

Autor
Aida Blanco

Fisioterapeuta y CEO - Martins & Co

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